Al arribar al sitio del hecho el investigador, toca el cuerpo, lo nota frío, se encuentra vestido con su ropa de trabajo, de lo que se  deduce que la muerte fue antes de acostarse, circunstancia que corrobora la existencia de la mesa tendida para cenar. A su alrededor todo está revuelto, muebles con cajones abiertos, una cama baja desarreglada, luces encendidas de la noche anterior, mesas del bar cubiertas de sillas boca abajo, una radio sintonizada a todo volumen, el borrador de caja y facturas  desperdigados en el suelo, una tira de suma  aún se conserva sujeta entre los dedos. El caso monopolizó las conversaciones de los vecinos. Un  rumor  expresa que guardaba dinero en la casa. El suceso provocó consternación y miedo. El paisaje en los alrededores de la vivienda cambió de fisonomía, se congregaron curiosos para enterarse de las últimas novedades, el silencio solo es roto de vez en cuando por la voz ronca del vendedor de café ofreciendo la bebida para soportar el frio intenso.

El casero,  fue quien descubrió el crimen y dio la noticia a la policía, esta es su versión:

-Han matado a  mi patrón, tengo miedo, lo vi tirado en un charco de sangre boca arriba. Después   avisé  al vecino más cercano.

 P/D: Su similitud con un hecho real es pura coincidencia.